miércoles, 18 de marzo de 2015

Capítulo I: El Juicio.



El ministerio era un caos por completo. Los memos interdepartamentales volaban de aquí a allá creando un mar de ellos en el techo. Los aurores y aplicadores de la ley mágica eran los más ocupados, debido al caos que imperaba. Lord Voldemort llevaba ya dos días de haber sido vencido por Potter y la persecución a los mortifagos que habían sobrevivido estaba en su apogeo. El ambiente estaba tan tenso que era insoportable estar ahí. La mayoría esperaba noticias de la misión encomendada a Kingsley, McGonagall (que estaba prestando su ayuda para la detención de la mayor cantidad de partidarios de Riddle posible) y 5 aurores más. Los minutos pasaban y pasaban y cada vez más gente pensaba que la misión estaba hecha un fracaso cuando una bola de luz plateada entró por el techo hasta el atrio del ministerio y la voz del auror resonó en el lugar.
—La misión ha sido exitosa. Llevamos a los detenidos en un máximo de seguridad. Estaremos ahí en 5 minutos. —Se escuchó del patronus de Kingsley y seguido un cántico de victoria llenó el lugar. La orden estaba dada, (en la ausensia de un ministro el jefe de aurores, o sea, Kingsley, mandaba de manera provisonal) en cuanto llegaran, mandarían a los acusado al Winzengamot para un juicio de culpabilidad o nulidad de culpa. 

Ahí, sentado a la orilla de la fuente recién reemplazada, se encontraba Harry Potter, Hermione Granger, Ron Weasley, Luna Lovegood, Dean Thomas y el señor Ollivander a la esperaba de que llegaran los detenidos para ser parte de la parte acusadora. Se encontraban en total silencio. Hermione y Ron estaban tomados de las manos y Harry observaba a la distancia y recordaba como hacia un par de meses entró encubierto y ahora lo hacía para ser parte de un juicio que de ser fallo contra los detenidos, irían a Azkaban de por vida. En ese momento se escuchó el aparecer de un grupo de magos que llevaban con ellos a 5 personas. 3 eran hombres, dos eran de un color pálido y un caballo rubio. El otro tenía una cara completamente demacrada y una ferocidad en su mirada que hacía temer un poco. Las dos mujeres que también estaban siendo llevabas por los aurores, una tenía cabello rubio y era bastante hermosa, la otra también era bella pero le faltaba un ojo y estaba claramente agotada. La gente al verlos se calló de golpe y los vio como los aplicadores de ley en campo los transportaban a la sede del Wizengamot llevando en las muñecas unos aparatos de metal muggle que servían para inmovilizar. McGonagall llevaba las varitas. Cuando Harry y sus amigos los vieron, fueron por los pasillos hasta donde deberían estar a la hora del juicio para dar sus declaraciones. 

Al llegar, encontraron a los miembros de la corte ya listos para dar su voto, sólo el puesto de inquisidor estaba desocupado pues sería Kingsley quien se encargaría. Al llegar, todos se pusieron de pies y vieron como la familia Malfoy y los otros dos supuestos mortifagos eran pasados y colocados en las sillas donde serían enjuiciados. El líder del Winzengamot se sentó y comenzó a hablar.
—Juicio contra Lucios, Draco y Narcissa Malfoy, Arthur Delacour y Jacquelin Wirzmet, todos acusados de ser partidarios de Tom Riddle mejor conocido como Lord Voldemort, haber realizado las tres maldiciones imperdonables en seres humanos y secuestrar a magos y muggles por igual. Inquisidor Kingsley Shacklebolt, defensor, ellos mismos, testigos delos crímenes cometidos, Harry James Potter, Hermione Jean Granger, Ronald Billius Waelsey, Garrick Ollivander y Luna Lovegood. Hemos de mencionar que Lucios Malfoy ya tenía el antecedente de ser un mortigafo que huyó de la ley la primera vez al vender a sus complices, al igual que Arthur Delacour, quien fue cómplice Riddle durante su primer asenso. Estos, al ya tener antecedentes criminales y comprometer, no solo a la comunidad mágica, si no el estatuto del secreto por los ataques a muggles y familiares de estos, así como a nacidos muggles a quienes ustedes y su sociedad llamó de nombres despectivos y eliminaron los derechos que por ley poseen. Y entre ellos tenemos a una testigo que hoy pasará a testificar contra los acusados. Hermione Jean Granger, por favor pase al estrado. —Dijo Kingsley y una chica que se veía segura pero bastante nerviosa caminó lentamente hasta llegar a la silla donde debería sentarse. —Podría describir los acontecimientos ocurridos en la mansión Malfoy durante el tiempo que se le retuvo ahí contra su voluntad.
—Primero, fuimos capturados por los carroñeros en un bosque y llevados a la mansión Malfoy donde Harry y Ronald fueron llevados al sótano. Yo quedé con Draco, su padre y madre al igual que con Bellatrix Lestrange para ser intorrogada […] — Conforme pasaba el tiempo, los cargos y las declaraciones se iban haciendo más y más frías, así como los testimonios alcanzaban un nivel de crudeza tan duro que incluso se tuvo que dar un pequeño receso para que los miembros pudieran descansar por el peso de la evidencia proporcionada. Cada vez que alguien se sentaba en el podio para hablar, los cargos se hacían más fuertes y sólidos al punto que la cara de desesperación de la familia de mortifagos se comenzaba a marcar muy notoriamente. Esta vez a Lucios no le sirvió dar nombres, ya que por cada año de sentencia que se quitaba, se le daban diez más.
—Sin más que decir y después de escuchar todos los testimonios se hará la votación correspondiente. Quie…
— ¡Alto! —Se escuchó un grito de entre los asistentes. —Me faltó algo que declarar. —Dijo Harry Potter que se acaba de poner de pie.
—Muy bien, Potter, pasa al estrado. —Contesto Kingsley que lo vio de manera extraña.
—Cuando los carroñeros nos llevaron a la Mansión Malfoy y trajeron a Draco a que me identificara, aunque él sabía que era yo no lo dijo haciendo que no llamaran a Voldemort en ese momento, aunque tenía la certeza absoluta que era yo. También, en el bosque prohibido, cuando fui a enfrentar a Voldemort y este me lanzó una maldición asesina, la señora Malfoy se acercó a mí y aunque notó que no morí, mintió para salvarme y a su vez salvar a su único hijo. Creo que es importante saber que sin su ayuda yo estaría muerto y el señor Oscuro podría aun estar vivo, y así mismo pienso, que si los juzgan como familia, deben ver esas acciones hechas en pro de la suya y de mi vida misma. —Terminó de decir Potter siendo observado de manera atónita por todos los asistentes.
—Muy bien… Aquellos que estén a favor de una sentencia de por vida para Arthur Delacour— Dijo y todas las manos se levantaron al instante. —Los cargos se quedan y el acusador será llevado a Azkaban. Ahora, los que voten a favor de una condena a Jacquelin Wizmet. — de nuevo las manos se levantaron en unanimidad. —Jacquelin Wizmet será enviada a prisión junto al señor Arthur. Ahora… Los que estén a favor de una condena para la familia Malfoy. —Este fue un momento cruzado. Gran parte de las manos se levantaron, pero otra gran parte se quedó abajo… parecía que no se existía una decisión clara, por lo que el Inquisidor, con un movimiento de su varita soltó un ligero estruendo de luces que rodeó la sala y comenzó a soltar un sinfín de números romanos hasta que se dio el veredicto final. —Los cargos a la familia Malfoy son anulados. — al decir esto, hubo una serie de diversas acusaciones y de encuentros de palabras. Nadie creía lo que realmente pasaba. Todos miraban a Harry confundidos, el cual se encontraba aun sentado junto a sus dos amigos los cuales le dijeron que hicieron lo correcto, que él jamás permitiría que alguien que le salvó la vida fuera a prisión.
—Hiciste lo correcto, Harry. Es una juicio debe existir la imparcialidad y una igualdad en las partes acusadas.
—Lo malo, Hermione, es que ellos hicieron más cosas malas que buenas. —Dijo Ron claramente molesto.
—Lo sé, pero ambos salvaron mi vida y no podría sentirme tranquilo si no los apoyaba ahora. Así me siento sin deuda hacía ellos. —Dicho esto, los tres salieron de la sala donde el juicio se había llevado a cabo, pero al salir encontraron a Draco Malfoy que los esparaba ahí. Pero esta vez, a diferencia de todas esas en Hogwarts, no estaba a la ofensiva.
—Potter… quería agradecerte por lo que hiciste ahí… y también me gustaría acabar de una vez por todas con esta hostilidad que hemos llevado desde el tren aquel día.
—Claro, Malfoy. Sólo hice lo correcto…
La noche era fría y los dos condenados estaban siendo transportados a Azkaban. Los magos custodios se veían bastante firmes y fuertes como para intentar escapar, sin contar que aún tenían los aparatos muggles atrapa muñecas. El viento soplaba fuerte y el mar estaba fiero. Al llegar a la prisión los aventaron al suelo como animales y los condujeron a los calabozos. Al echarlos a las celdas un rayo de luz verde salió de esta y golpeó al guardia.
—Vaya, Arthur, de verdad que tienes mala suerte.
—El demonio me ha cagado en la cara ya muchas veces. Esto sólo era un pellizco. —Contestó y comenzó a reír. El primer mago le lanzó una varita y ambos al llegar al patio escaparon montados en un par de escobas escondidas por una capa invisible hasta perderse en el horizonte.

1 comentario:

  1. Dime por favor que ya tienes adelantado el siguiente capitulo, me gusto mucho :)

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